domingo, 2 de septiembre de 2012
Circulación en los seres vivos.
¿QUÉ ES?
La circulación es el proceso mediante el cual se transportan y distribuyen a todas las células de un organismo los nutrientes y el oxígeno que les permite obtener la energía que requieren; igualmente mediante este proceso se eliminan las sustancias de desecho que allí se producen tales como el dióxido de carbono, el vapor de agua y compuestos nitrogenados
Comprende el sistema por el que discurre la sangre a través de las arterias, los capilares y las venas; este recorrido tiene su punto de partida y su final en el corazón.
La principal característica del sistema circulatorio de los vertebrados es que es cerrado y no presenta senos o lagunas. En él, la sangre realiza todo el circuito por el interior de vasos de diferente diámetro, pero, en general, éste es pequeño. En algunos grupos de peces actuales que presentan respiración branquial, las branquias están situadas entre el corazón y los tejidos, a diferencia de los grupos de invertebrados que hemos visto hasta ahora, en los que dichos órganos se encuentran entre los tejidos y el corazón. Es decir, la sangre que sale del corazón, riega las branquias al principio y no al final del circuito, como ocurre con los invertebrados
El sistema linfático se encarga de recolectar el líquido intersticial remanente del filtrado desde los capilares hacia la luz de los vasos sanguíneos. El líquido plasmático ingresa por filtración desde los capilares hacia el intersticio, y pasa desde el instersticio hacia la luz de los vasos por efecto de la presión oncótica. El líquido intesticial remanente que no se recupera por acción de la presión oncótica es devuelto a la circulación por medio del sistema linfático, que lo recolecta y vuelca en el sistema venoso.
Modificaciones adaptativas
En los peces, el corazón se halla situado ventralmente con respecto a la faringe, sin embargo, en los vertebrados de vida terrestre sufre un desplazamiento en dirección caudal y termina colocándose en posición torácica.
Los vertebrados de respiración típicamente branquial, los peces, tienen circulación simple. La sangre, cuando llega al corazón, es venosa (su contenido en oxígeno se ha reducido), a continuación se dirige a las branquias donde se oxigena y de aquí pasa a las arterias y a los capilares, que la distribuyen a los tejidos en los que la cantidad de oxigeno se reduce; desde los tejidos vuelve al corazón mediante el sistema venoso.
En los vertebrados de respiración pulmonar se observa una gradual división del corazón en una parte donde la sangre es venosa (la derecha) y en otra donde es arterial (la izquierda). En éstos, la circulación es doble, es decir, realiza dos circuitos: el primero es el de la circulación pulmonar que conduce la sangre venosa a los pulmones, donde se enriquece su contenido en oxígeno, y de aquí vuelve al corazón. El segundo circuito es el de la circulación mayor o circulación general, mediante el cual la sangre oxigenada se distribuye a todas las regiones del cuerpo, en las que pierde gran parte del oxígeno que contiene, y después vuelve nuevamente al corazón.
Los peces pulmonados o dipnoos tienen respiración branquial y pulmonar presentando en posición dorsal respecto del intestino, una estructura en forma de saco, que se comunica con el esófago; se la considera homóloga de la vejiga natatoria y puede actuar como un pulmón. En estos peces, la sangre de los pulmones, cargada de oxígeno, se mezcla con la de los tejidos que tienen menor proporción de éste.a sangre llega al pulmón a través de las arterias pulmonares, para oxigenarse y una vez realizada la citada operación, regresa por las venas pulmonares directamente a la aurícula. Se supone que en esta cavidad cardíaca debe existir algún mecanismo capaz de llevar a cabo la separación de la sangre oxigenada y la no oxigenada; la primera se dirige a los tejidos y la segunda a las branquias y al pulmón, es decir, la circulación pulmonar y la branquial son paralelas, sin embargo, esta última ha dejado de ser efectiva para transportar gases.
La sangre es la encargada del transporte del oxígeno, los nutrientes y otras moléculas esenciales, así como los productos de desecho. Ésta se compone de plasma, eritrocitos, leucocitos y plaquetas. El plasma, la parte fluida de la sangre, es una solución acuosa en la que están disueltos y suspendidos nutrientes, productos de desechos, sales capaces de regular el pH sanguíneo, anticuerpos, hormonas, proteínas plasmáticas y otras sustancias.
La sangre circula a través de un circuito cerrado de vasos sanguíneos: arterias, arteriolas, capilares, vénulas y venas. Esta red, que incluye tanto al circuito pulmonar como al sistémico, finalmente alcanza a cada célula del cuerpo. La función principal del sistema circulatorio es llevada a cabo en los capilares, donde se intercambian sustancias entre la sangre y el fluido intersticial que rodea a las células individuales del cuerpo.
La sangre fluye a través del organismo por el sistema vascular gracias a la existencia de un órgano capaz de generar la fuerza necesaria para impulsarla: el corazón.
El corazón no es solamente un órgano que bombea sangre; también es capaz de secretar sustancias que regulan su propio funcionamiento.
La sangre circula a través de un circuito cerrado de vasos sanguíneos: arterias, arteriolas, capilares, vénulas y venas. Esta red, que incluye tanto al circuito pulmonar como al sistémico, finalmente alcanza a cada célula del cuerpo. La función principal del sistema circulatorio es llevada a cabo en los capilares, donde se intercambian sustancias entre la sangre y el fluido intersticial que rodea a las células individuales del cuerpo.
La sangre fluye a través del organismo por el sistema vascular gracias a la existencia de un órgano capaz de generar la fuerza necesaria para impulsarla: el corazón.
El corazón no es solamente un órgano que bombea sangre; también es capaz de secretar sustancias que regulan su propio funcionamiento.
En el esquema general del sistema cardiovascular, la sangre circula desde el corazón a través de vasos cada vez más pequeños, desde donde va pasando nuevamente a vasos de mayor tamaño hasta retornar al corazón. Existen dos circuitos principales en el sistema cardiovascular de un vertebrado que respira aire: el circuito pulmonar y el circuito sistémico.
La actividad del sistema nervioso autónomo que controla la musculatura lisa de las arteriolas, al igual que la que regula el ritmo y la fuerza del latido cardíaco, está regulada por un área de la médula llamada centro de regulación cardiovascular.
La actividad del sistema nervioso autónomo que controla la musculatura lisa de las arteriolas, al igual que la que regula el ritmo y la fuerza del latido cardíaco, está regulada por un área de la médula llamada centro de regulación cardiovascular.
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